Y tengo más de 15 años de experiencia en el mundo de la moda, entre diseñadores de alta costura, fotógrafos, desfiles, publicidades… Por esto cuando me mude de país decidí estudiar en el 2017 mi segunda carrera, Styliste de mode (Montréal), algo que siempre me apasionó.

Mi propósito profesional más allá de trabajar dentro del mundo de la moda, con los años cambió, y para mí se convirtió en una herramienta para llegar a la mujer real, a la mujer de hoy, esa mujer en la que me veo idendificada....Mujeres que tenemos muchas responsabilidades en el campo profesional, como también en el campo familiar, y lo que nos falta es tiempo para dedicarnos a nosotros, lo sé porque lo viví! Entregué todo a los que amaba: mi esposo, mis hijas, mi trabajo, mi hogar y me descuidé! De pronto no me sentía bien con nada, sentía que nada de lo que tenía me quedaba o me representaba, de pronto me vi con muchas prendas de vestir nuevas pero me llenaban momentaneamente y muchas veces gastaba más de lo que debía por sentirme bien conmigo misma, sin saber exactametne qué significaba esta nueva imagen, o mi nuevo estilo de vida y me descuidé. Fue un error, lo sé, finalmente sentía ansiedad por tanto gasto y no terminaba siendo positivo, era como un circulo vicioso.

Pero es normal porque vivimos cambios constantes, no sólo emociones sino también físicos, y antes no sabiamos cómo encontrar ese paso a paso de qué hacer para sentirnos bien, para vernos bien, sin que no nos jusguen pensando que es superficial, fue despues de realizar mi curso en el 2017 definitivamente aprendí a SIMPLIFICAR MI VIDA... aprendí a conocer mi nueva figura, entendí porque lo que antes me gustaba ahora ya no me gustaba tanto, se acabaron las dudas sobre mi imagen, las compras compulsivas y con la Asesoría de Imagen que la aplique en mí, les puedo asegurar que me siento más segura ahora que cuando tenia 25 años.

Esto se lo debo al poder de conocerte, el poder de saber elegir, de ser efectiva a la hora de comprar, para mí fue MAGIA. No más inseguridades, ni descontentos conmigo misma, no más ansiedades de compras excesivas ni comparaciones.

Aprendí que cuando me conozco, cuándo sé quién soy, lo que me gusta, y lo que quiero comunicar con mi imagen siento seguridad, evito frustraciones diarias al abrir mi armario todos los días. Además puedo ahorrar dinero (increible lo que mal gastaba) y no menos importante puedo ahorrar TIEMPO.

Quiero compartir contigo parte de este cambio que aunque no parece urgente, es una prioridad para nosotras sentirnos bien, sentirnos suficientes y felices, este equilibrio para mí es éxito!